lunes, 1 de marzo de 2010

nuevostiempos.com

Unhapiness friends?

Are you the boy walking with your grandfather and he say: "what nice times I lived!? Or you are the sister, the uncle, the sister in law or another grandfather thinking the same now: "all time was better in the past history".
The life is such the moebius tape. Cicles are not so closed, there are fashion recirculating, freshing thoughts. Everything new, but we are ready on the way for to take it as a freeway, living dejá vu all the time in this vortex, trying to make it stable.
Un punto de esta cuestión y en medio de tal vorágine es, por un lado, la forma en que "antes", ese antes disoluble como cápsula, a los amigos en desgracia se les apoyaba más. Por supuesto que es esencial distinguir las razones o el peso del suceso y la medida en que se apoyo para animar a la resolución del caído. Sin embargo, ahora ha tomado fuerte impulso una corriente de aire sinérgico de propuestas de ayuda grupal la idea de que hay que rodearse de gente positiva, optimista, agradable, sin problemas, para poder crecer. Y alejarse de las "influencias negativas". Esto es muy acertado, sólo que si se hace un cruce de esta noción y se interpreta que esto significa alejarse de lo que suene a problemas, el resultado puede ser contraproducente.
Una cosa es lo que la gente es y otra más compleja lo que le acontece y pone a prueba su capacidad de respuesta. Es decir, promover una sinergia positiva no consiste en únicamente juzgar a los demás por alguna dificultad, o varias, que se nos presenten y crear artificialmente el espacio mejor. Éste deberá ser legítimamente construido. Es decir, si se entiende que ahora es inaceptable que alguien que tenga un problema que deberá resolver llora en el hombro confidente, o si se basa el desarrollo autopersonal en que los otros no tengan descalabros, la persona puede quedar aislada de manera artificial de los demás. ¿Qué pasa cuando ella misma necesita apoyo amigo?
Los padres tiemblan cuando piensan todo lo que acecha a sus hijos. Cada quien sobre las mismas amenazas que se ciernen alrededor. Si la imaginación puede alcanzar para seguir soñando, la realidad puede serlo para cumplir nuestros sueños; en tanto, ¿por qué no reconocer que tanto momentos difíciles son pasajeros como recurrentes los felices?
Las dinámicas de grupo, las religiones, la poesía, las obras literarias, han ayudado a millones de personas a cambiar. Buscamos asideros espirituales, no sólo físicos. La interpretación es la que enriquece el panorama de las ideas y, a la vez, exige que en muchos casos reconduzcamos una opinión, la actitud o la acción, si el debate aclara algún malentendido del caso.
La raíz de toda propuesta es llevar a soluciones. ¿Cómo puede justificarse alguna que daña a otros tanto como a sí mismos?
Es verdad que a veces el oído es perezoso a repetitivas historias desagradables. Con los sismos y tragedias mundiales ya tenemos bastante. Con las noticias de los periódicos con la sección policiaca ensanchada tenemos algo más. Con los spots basados en slogan más que en información para los ciudadanos, todavía más. Con la corrupción ni se diga. Con los cada vez más grandes temores de estar desprotegidos socialmente por intereses monetarios, mayor la necesidad de mantener el rumbo.
En este contexto, nos queda seguir como las hormigas, llevando cada grano y cada hoja, marcando el camino, tratando de plantar la huella en un espacio que siga habitable.

Nuevos tiempos.com

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¿Amigos en desgracia?

Elvira García Sainz

¿Eres tú el niño que tomado de la mano escucha a su abuelo decir "¡qué tiempos aquellos!"? O ahora la hermana mediana, el tío, la cuñada o ese otro abuelo pensando lo mismo. Que todo tiempo anterior es mejor, que todo pasado es mejor.
La vida es como la cinta de moebius. Los ciclos que aparentemente son cerrados permiten una recirculación de modas, pensamientos. Todo se transforma, pero en ese tránsito parece que estamos listos para seguir viviendo dejá vus estabilizando la vorágine.
Un punto de esta cuestión y en medio de tal vorágine es, por un lado, la forma en que "antes", ese antes disoluble como cápsula, a los amigos en desgracia se les apoyaba más. Por supuesto que es esencial distinguir las razones o el peso del suceso y la medida en que se apoyo para animar a la resolución del caído. Sin embargo, ahora ha tomado fuerte impulso una corriente de aire sinérgico de propuestas de ayuda grupal la idea de que hay que rodearse de gente positiva, optimista, agradable, sin problemas, para poder crecer. Y alejarse de las "influencias negativas". Esto es muy acertado, sólo que si se hace un cruce de esta noción y se interpreta que esto significa alejarse de lo que suene a problemas, el resultado puede ser contraproducente.
Una cosa es lo que la gente es y otra más compleja lo que le acontece y pone a prueba su capacidad de respuesta. Es decir, promover una sinergia positiva no consiste en únicamente juzgar a los demás por alguna dificultad, o varias, que se nos presenten y crear artificialmente el espacio mejor. Éste deberá ser legítimamente construido. Es decir, si se entiende que ahora es inaceptable que alguien que tenga un problema que deberá resolver llora en el hombro confidente, o si se basa el desarrollo autopersonal en que los otros no tengan descalabros, la persona puede quedar aislada de manera artificial de los demás. ¿Qué pasa cuando ella misma necesita apoyo amigo?
Los padres tiemblan cuando piensan todo lo que acecha a sus hijos. Cada quien sobre las mismas amenazas que se ciernen alrededor. Si la imaginación puede alcanzar para seguir soñando, la realidad puede serlo para cumplir nuestros sueños; en tanto, ¿por qué no reconocer que tanto momentos difíciles son pasajeros como recurrentes los felices?
Las dinámicas de grupo, las religiones, la poesía, las obras literarias, han ayudado a millones de personas a cambiar. Buscamos asideros espirituales, no sólo físicos. La interpretación es la que enriquece el panorama de las ideas y, a la vez, exige que en muchos casos reconduzcamos una opinión, la actitud o la acción, si el debate aclara algún malentendido del caso.
La raíz de toda propuesta es llevar a soluciones. ¿Cómo puede justificarse alguna que daña a otros tanto como a sí mismos?
Es verdad que a veces el oído es perezoso a repetitivas historias desagradables. Con los sismos y tragedias mundiales ya tenemos bastante. Con las noticias de los periódicos con la sección policiaca ensanchada tenemos algo más. Con los spots basados en slogan más que en información para los ciudadanos, todavía más. Con la corrupción ni se diga. Con los cada vez más grandes temores de estar desprotegidos socialmente por intereses monetarios, mayor la necesidad de mantener el rumbo.
En este contexto, nos queda seguir como las hormigas, llevando cada grano y cada hoja, marcando el camino, tratando de plantar la huella en un espacio que siga habitable.