viernes, 24 de mayo de 2013

La calma de Suecia, rota por disturbios

Elvira García Sainz
Trataré de resumirles los reportes de estos días en Estocolmo a partir de un incidente en un barrio sueco. Un hombre mayor de 60 años recibió, en su departamento, disparos de la policía, que lo había perseguido y mostró un objeto filoso como señal defensiva. El hombre murió y varios jóvenes de la zona, vecinos, iniciaron una fuerte protesta, desaprobando la acción de la policía en el caso, y ante las protestas fueron convocadas fuerzas especiales para "repelir" agresiones o prevenir disturbios de los muchachos.
Los ánimos se aceleraron en su lugar, y durante cuatro noches los manifestantes quemaron vehículos estacionados en la zona. Ante la ruta de los acontecimientos y la deficiente manera en que se manejara el problema, otros vecinos se han propuesto como mediadores entre la policía y los jóvenes.
En el reporte, cuyo link adjunto, se dice que "los periodistas" opinan que muchos inmigrantes sólo vienen a este país a "sacarle provecho" y no hacer nada, esto en pocas palabras, casi como si todos pensáramos así, como es común cuando se generaliza para lanzar una acusación que no tiene el debido sustento. Vean que en el noticiero aparece la entrevista con una periodista de otro país, no de Suecia sino de Copenhage, Dinamarca, acusando a población proveniente de otro lugar de no tener interés en "integrarse", diciendo que a  muchos inmigrantes no les gusta vivir en Suecia. Y nada dice de la actuación de la policía en el ataque al sexagenario, tal vez olvidó por qué surgió todo o qué más hay detrás de todo esto, si un creciente sentimiento de enojo de los jóvenes por ser abandonados o descuidados, si la zona ha sido castigada con el retiro de programas de formación y recreación para jóvenes en una edad adolescente en que más lo necesitan, si el desempleo ha llegado a números preocupantes, si la policía ha tenido errores graves que no son subsanados o son mal solucionados.... Del viejo hombre, no se trataba de algún peligroso terrorista amenazando a los pacientes de un hospital ni a los clientes de un banco.
Tras un incidente, protestas y conflicto social, varios factores confluyen y la salida fácil para algunos es tomar sólo un aspecto sin analizar el problema y ver cómo se soluciona. Suecia, sí, es uno de los países con un histórico programa de asilo, de prestaciones sociales para la población en general, pero éstas condiciones se han visto reducidas gradualmente en los últimos diez años a la vez que se participa de una profunda crisis continental, y mientras la edad de jubilación ha aumentado, los apoyos a población con necesidades especiales limitada y varios rubros de gastos operativos o de servicios públicos restringidos. En cuanto a la población joven, hay un programa por el cual pueden disfrutar de actividades artísticas o de formación extraescolar complementaria o recreativa sin cobro hasta la pubertad, pero esa oportunidad se retira en la adolescencia y juventud, es entonces que la familia debe pagar por cualquier actividad deportiva o artística elegida. En el invierno, a menos que sea posible solventar el pago de actividades invernales, incluyendo la renta o compra de patines, esquíes y ropa especial además de entrenamiento o acceso a instalaciones deportivas, se buscan otras opciones que sean menos accesible al bolsillo. Tal vez no queda más a muchos jóvenes que permanecer en sus casas y buscar qué hacer mientras los adultos trabajan.
Acá se pueden tener varias ventajas y apoyos o subvenciones, pero con ellas se ha de pagar el transporte público y consumir los bienes y servicios generales. Un boleto útil para hacer alrededor de cinco viajes en autobús o tren cuesta 200 coronas suecas -alrededor de 380 pesos mexicanos- y lo gastas en un par de días porque comúmmente necesitas cambiar dos o tres veces de medio para poder llegar a un lugar promedio pues las rutas cuidan mucho de no escuchar a los residentes y tienen limitados accesos en las zonas habitacionales, además de que si comparamos con la ciudad de México, el número de pasajeros puede ser muchísimo menor... con un boleto del metro de menos de cinco pesos en la capital mexicana recorres toda la ciudad, sin tener que pagar otra vez si cambias la ruta mientras no abandones las estaciones al hacerlo. Comprar una tarjeta mensual de transporte conviene más acá en Suecia, y te cuesta cerca de 800 coronas suecas - más de 1400 pesos mexicanos-, menos de 700 para estudiantes con credencial. Es decir, sale caro transportarse, así que cualquiera cambiaría el pago de un mes de transporte por alimentos y entonces la población sale menos de casa, digamos.
Aún sigue habiendo ventajas en la llamada "calidad de vida". Pero algunas cosas son más "fáciles" en otros países. Por ejemplo, la esperanza de vida es mayor en Europa que en América Latina, en promedio. Pero eso ha sido el motivo de que aumente acá también la edad de jubilación, de acuerdo hoy con el año de nacimiento. Yo recibí noticia que de querer jubilarme sería posible hacerlo después de los 68 años. Cada país de Europa tiene sus reglas al respecto, y aun en México puedes aspirar a la jubilación más joven, aunque por lo regular una no se retira tan temprano y si aplica  en cuanto a un empleo, cuántos deben seguir trabajando de cualquier modo porque si no no alcanzaría para pagar los recibos.
Cuando empezó la trasmisión del programa "Wallander" en México, el anuncio televisivo lo presentaba más o menos así: "Suecia, una sociedad perfecta, con las mujeres más hermosas, gran calidad de vida... y los crímenes más horrendos". Era un programa, basado en las novelas del escritor sueco Henning Mankell, una ficción con elevada violencia o para exhibir desagradables actos humanos en contra de otros y cómo el cuerpo policiaco comandado por Wallander -se pronuncia Valander- podía intentar atrapar a los criminales. También puede parecer conocida las películas sobre la computer hacker Lisbeth Salander basadas en la trilogía novelística del escritor y periodista  Stieg Larsson. Pero en realidad la vida de Suecia se desarrolla en una predominante calma. Las noticias más comunes que podías leer en las portadas de los diarios de suscripción eran de asuntos generales, económicos o políticos. Y en el diario gratuito Metro distribuido en las estaciones del tren era más bien de cuántos gramos de carne se comían por zona en Suecia, si los panes llamados "semla" eran más deliciosos en Uppsala. Ahora ha cambiado un poco el panorama y en las portadas a veces aparecen más notas rojas, pero aún puede decirse que ese sensacionalismo tiene ciertos límites y no se compara con el de los diarios mexicanos.
Suecia es un país de hermoso ambiente, paisaje excepcional, de gran compromiso de la población ahí sí en general por el reciclaje y tratamiento adecuado de residuos con incentivos porque por una botella grande de pet se reciben 3 pesos y es posible depositar separadamente los desechos domésticos en contenedores especiales a los que es posible llegar caminando a lo más 300 metros.
A mí me gusta vivir en Suecia, con todo y el "choque" cultural que una ha de pasar cuando emigra a cualquier país. No sé qué tanto es relevante de cualquier modo el grado de tu gusto por un país así sencillamente para decir que si no te gusta podrías mostrarlo con actos vandálicos como se acusara a los jóvenes que han estado protestando también de ese modo en la comuna de Kista donde se encuentra el lugar de los actuales disturbios. Creo que en cualquier país habrá cosas que no le gusten al ciudadano, de muy distinta naturaleza. Y que cuando ocurren protestas como estas, hay más de un disgusto involucrado, seguramente. Y que si eso ocurre en grupo, hay más de alguna cosa que no se está haciendo bien en cuanto al bien común, muy probablemente. Es un proceso diferenciado pero en cualquier caso ocurren los disgustos y las inconformidades. Cuando de protestas públicas se trata, es conocido que entre más represión o intentos de intimidación el temor no frena a una sociedad nerviosa de ciudadanos que no se sientan protegidos por los elegidos para hacerlo o representar esa protección en una comunidad. Y si lo frena, es como una olla en ebullición y sentimiento de más duradera incomodidad y desacuerdo.
Una parte que me simpatiza de Suecia, y de Escandinavia en general es que puede una contar con que muchos de tus contactos pueden mostrar la confianza en los tratos o acuerdos y en muchos casos se reduce la burocratización, aunque en otros hay ciertos fallos administrativos, más visibles para quien viene de una ciudad "monstruosamente" grande, una gran universidad o un país mucho más poblado. He aquí México, con 112 millones de habitantes, y Suecia con menos de 10 millones de pobladores. La oficina de migración indica que llegan cerca de 50 mil inmigrantes al año, y la mayoría de ellos tienen una estancia temporal. Las razones por las que llegan o salen de otros países son diversas.
Suecia ocupa el número 33 en la lista de países según su población inmigrante (informe de la ONU 2005) con poco más de un millón de personas. El primer lugar de la lista es Estados Unidos, con más de 38 millones. Suecia tiene 10 por ciento de la población llegada de fuera, mientras que en EU ésta es de alrededor del 20 por ciento de su población. Con la diferencia de que EU alcanzó en 2006 los 300 millones de habitantes según el censo de su departamento de Comercio mientras la de Suecia no pasaba de 8 millones.
El empleo es una cuestión ahora de notable relevancia en relación con la "calidad de vida" en el mundo. En los países nórdicos, las empresas tienen, proporcionalmente, un reducido número de empleados para poder sostener sus prestaciones y un salario más decoroso. Por eso no es tan fácil encontrar un empleo fijo. Hay muchos más temporales, llamados vikariatos, una especie de interinatos, con todas las prestaciones regulares pero por tiempo limitado. Aquí los maestros no sólo dan clases, también tienen que hacer el trabajo administrativo pues un empleo significa un salario para dos o tres personas, en cierto modo.
Si comparamos las cifras oficiales acerca del empleo en países de Europa, veremos que la situación más preocupante la tienen otros países como España, donde la gente protesta e incluso algunas personas se suicidaron porque no podían pagar su casa, y fue hasta ese momento en que el gobierno reaccionó tratando de encontrar otras soluciones que la de que las empresas inmobiliarias o financieras ahogaran y presionaran a los inquilinos desempleados que perdieron su casa y sin embargo aún tienen la deuda pendiente.
Estas protestas en Suecia son notables porque no había ocurrido algo así en la última centuria. No es algo común que los jóvenes quemen camiones o autos en la noche por cuatro días seguidos. El vandalismo no es algo deseable, mas es también una alerta que debería responderse con iniciativas bien pensadas, más que con comentarios fuera de sustento que tratan de culpar a una parte de la población que, independiente de su fenotipo o raíces culturales, es también parte de la comunidad y contribuye en su economía visiblemente.
En el caso de Kista, son varios los vecinos de esa zona y de los alrededores que no aprueban la muerte del hombre en su departamento porque los policías tomaron el cuchillo, o machete como le dicen -no he visto fotos, voy a buscar si hay alguna, ha de ser un cuchillo que les parecío muy grande además de peligroso- y no es el único caso en que la manera de perseguir a alguien tiene resultados contraproducentes. Hace unos meses unos jóvenes fueron perseguidos porque se habían ido sin pagar de una gasolinera y se asustaron tras escuchar la sirena y ver que eran seguidos a alta velocidad, hasta que chocaron contra la orilla de un puente tras una curva y murieron.
El profesor y criminalista Leif GW Persson, experto reconocido, señaló la desproporción entre la acción emprendida y el delito perseguido, cuyas pautas de respuesta debían de haber sido debidamente consideradas durante el entrenamiento policial.
En cuanto a los acontecimientos en Kista, de haber dudas sobre cómo resolverlo y de no querer tomar en cuenta a la misma población como la indicada para mediar y dirigirse a una solución mayor a los problemas, tal vez valdría la pena llamar a consulta a algún mediador de conflictos de lugares como Tláhuac o Milpa Alta. No sólo hay especialistas en rescate por sismos en México.
Estocolmo, 24 de mayo de 2013.
http://theanti-media.org/2013/05/23/sweden-burning-stockholm-riots-violence-enter-4th-day/